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SUSANA LIZARRALDE
FOTOGRAFÍA Y ARTE VISUAL
Querer mudarse
Mudamos nuestra piel cada 20 o 30 días. El cuerpo hace este trabajo sin darnos cuenta de ello.¿Cada cuánto tiempo y cuándo mudamos nuestra piel interna, la piel del alma? ¿Somos conscientes de ese cambio?
Quizá, ocurra después de temporadas difíciles, de derrotas continuas, de la muerte de un ser querido, de ser consciente más que nunca de la soledad, del paso del tiempo y de cómo éste afecta en el cuerpo y en el carácter.
Este trabajo intimista y muy personal habla del deseo de mudar esa piel interna, de pasar a una nueva etapa con la tarea aprendida o aprendida a trazos.
Consciente de lo vivido. Revelarse para mudar la piel, comer el dolor que conlleva esta batalla interna.
Limpiar y renacer o hacerlo a trozos y a ratos.
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